Mike Mills, director de Thumbsucker, nos trae esta película que une el humor, el drama, el amor y la confusión que sufre el protagonista Oliver (Ewan McGregor) cuando conoce a la impredecible Anna (Melanie Laurent) pocos meses después de la muerte de su padre, Hal (Christopher Plummer).
Gracias a esta relación, Oliver se acuerda cada vez más de su padre, que después de morir su esposa con la que vivió 45 años, salió del armario para disfrutar de una vida gay plena con Andy, un hombre mucho más joven. La sinceridad de Hal hizo que padre e hijo se sintieran mucho más unidos que antes y Oliver intentará aprender de su padre para que funcione su relación con Anna.
La película llegará a nuestras pantallas el próximo 8 de Julio.
El 22 de Julio es la fecha elegida para el estreno de la nueva película de los creadores de "Mi Vecino Totoro" o "El Castillo Ambulante". La película, que por ahora y a falta de un título en español, se llama "Karigurashi no Arrietty" y tratará de unos seres de no más de 10 cm de longitud que viven en una pequeña casita oculta bajo las tablas del suelo de una mansión campestre. Aunque la norma de estos seres es no dejarse ver por ningún humano, la joven Arietti, la adolescente de la familia, es vista accidentalmente por un niño que se acaba de mudar a la casa. Entre ambos surgirá una fuerte amistad pero el descubrimiento de estos seres hará que su existencia se vea amenazada. (¿A alguien más le suena a "Los Diminutos"?)
Por fin tenemos el trailer del nuevo Tintin de Steven Spielberg que produce Peter Jackson. Ya teníamos ganas de verlo en movimiento con esa tecnología revolucionaria de reconocimiento de movimientos que promete ser la más realista jamás usada. Esperamos con ansias esta película que cuenta en la realización con un tandem tan genial. Os dejamos el link donde podéis ver el trailer:
Tras muchos meses de retraso desde su estreno en Estados Unidos, nos llega esta historia que narra, bajo la perspectiva de un falso documental, los trucos y mentiras que hay en el mundillo de los exorcismos. Pero como dice el refrán quien juega con fuego termina quemándose.
El Reverendo Cotton Marcus es un exorcista cuya experiencia ha hecho que se convierta en un escéptico en lo que refiere a su trabajo. Según él la gente se deja llevar por el fanatismo y la incultura para calificar a cualquier afección como originada por el Diablo. Así decide rodar un documental para mostrar todo ese fanatismo irracional y sus nuevos clientes son una familia de la América profunda cuya hija dicen que está poseída por el Demonio. Pero las artimañas que prepara el Reverendo para dejar en evidencia las creencias de la familia quedarán como simples trucos ante lo que realmente pasa.
Aunque ya se ha visto de todo en esto de las posesiones hay que reconocer la originalidad de planteamiento: esta vez no es un Cura con dudas ni crisis de fe, sino alguien que cree que se exageran las cosas y que quiere ayudar con tratamientos placebos en los que el que se cree poseído tiene su exorcismo. Aquí entra en escena la víctima, interpretada por Ashley Bell, con la que empatizas desde la primera vez que la ves y que consigue pasar de una inocente y tímida chica adolescente a la mismísima encarnación del mal en un abrir y cerrar de ojos.
Pero de originalidad no vive una película y en este caso el guión deja mucho que desear. Tiene un principio que engancha muy bien pero que según van pasando los minutos uno espera más escenas de miedo que llegan con cuenta gotas y con un efecto más que dudoso. Eso unido al desastroso final, que parece que les han pagado para hacerlo lo más malo posible, hace que salgas del cine muy chafado.
4/10 Prometía mucho esta película de tipo documental pero ese es su fallo, que luego, defrauda también mucho.
Inspirada en los cómics de Marvel nos llega esta versión el mito del dios del Trueno de la mitología nórdica, en esta versión siendo extraterrestres en vez de dioses, que es castigado por su soberbia y que da un paso más para lo que será la superproducción que reunirá a los superhéroes de Marvel: "Los Vengadores".
Thor es el príncipe de Asgard, lugar mitológico donde residen los dioses nórdicos y lo que en la mitología griega sería el Olimpo, que en este caso es un planeta y que, tras años de paz, y por culpa de la soberbia y guerrera conducta de Thor, se ve envuelta en una guerra con antiguos enemigos. Así Odín, padre de Thor, decide desterrar a su hijo a la tierra para que aprenda a valorar la paz y la humildad. Lo que no sabe son los planes ocultos que su otro hijo, Loki, tiene para cuando Thor no esté en Asgard.
Kenneth Branagh nos sorprende dirigiendo esta película de superhéroes, ya que nos tiene acostumbrados a sus geniales adaptaciones de Shakespeare, y cumpliendo con nota ya que la película es muy entretenida y espectacular. La creación de Asgard nos trae un mundo lleno de vistosos colores y de un aura fantástica, que para eso son dioses, pero creíble con sus tramas de traiciones, difíciles relaciones padre-hijos, secretos, etc.
Quizá la parte más floja de la película sea cuando Thor llega a la Tierra ya que si viene es para aprender de sus errores, de su arrogancia y de su belicismo, pero esto pasa en lo que parecen dos días, tiempo que no parece suficiente para que aprenda nada, ni para que surja el amor que nos quieren contar con la chica humana, en este caso Natalie Portman.
Buenas interpretaciones, en general, y muchos guiños a los seguidores de los cómics de Marvel, con referencias a un monstruo verde (Hulk), a Tony Starks, apariciones especiales como Ojo de Halcón o Nick Furia.....vamos un deleite para los fans.
7/10 Branagh hace una buena versión de los cómics de superhéroes que nos encamina a "Los Vengadores". No os levantéis de la butaca hasta el final de los créditos, que hay sorpresa.
Tras diez años Sidney Prescott vuelve a Woodsboro, su pueblo natal y donde sucedieron las matanzas, para presentar un libro sobre la superación de su pasado y esto le sirve a Ghostface para reaparecer y hacerle la vida imposible a antiguos y nuevos personajes, pero esta vez, no existen reglas.
Nueva década, nuevas reglas, eso es lo que promete el cartel de la película, y es lo que nos ofrece, hasta cierto punto. Ya que Wes Craven aunque innova sutilmente nos ofrece la genial y efectista forma de asustar y mantener la tensión que utiliza desde el principio de la saga.
Con un inicio que quedará para la historia y que compite en genialidad con el principio de la primera Scream, esta cuarta parte de la saga rescata a los personajes supervivientes de la trilogía inicial: Sidney (Neve Campbell), más adulta y calmada, Dewey (David Arquette), ahora Sheriff de Woodsboro y la genial Gale (Courtney Cox), que ha dejado su carrera periodística para ejercer de correcta mujer del Sheriff.
A estos personajes se la añade la nueva generación que será azotada por el asesino, entre ellos, la prima de Sidney, Jill y sus compañeros de clase y amigos entre los que encontramos los típicos personajes de siempre, la guapa, la lista, los frikis, etc. Todos posibles víctimas y todos potenciales asesinos, ya que lo que no pierde esta secuela es la posibilidad de que cualquiera sea Ghostface y cualquiera nos parezca sospechoso.
Lo que queda claro con esta película es que tras tanto remake, vuelta de tuerca y secuelas imposibles en el mundo de los asesinos en serie en las que se han gastado millones en efectos, sangre y guiones poco creíbles, lo que funciona es lo clásico, sin artificios (sólo una puerta entreabierta y música de misterio que nos pone los pelos de punta es suficiente), usado como lo hace Wes Craven y utilizando temas actuales como las redes sociales y la autocrítica y la autoparodia para hacerte sonreír más de una vez y asustarte un segundo después.
7/10: Os encantará si sois seguidores de la saga, a los que no lo son, ¿a que esperáis?
Una nueva tecnología permite transladar la conciencia de una persona a otra durante 8 minutos y el Ejército de los Estados Unidos la utiliza para investigar un atentado terrorista en un tren y averiguar quién es el terrorista para poder detener una serie de atentados consecutivos en Chicago.
Duncan Jones dirige esta película donde las actuaciones merecen un sobresaliente, con un Jake Gyllenhaal carismático en el papel de soldado cuya conciencia es enviada al tren para solucionar el entuerto y una Vera Farmiga de militar al cargo de la supervisión de Gyllenhaal en el proyecto, pero que el argumento deja unos cuantos flecos sin resolver que dejan al espectador un poco desencuadrado al final y una sensación de haber esperado algo más de la película.
La casi ausencia de acción se hace notar, aunque es entretenida de principio a fin, y tiene una utilización del suspense muy del estilo Hitchcock, que siempre se agradece. El eterno planteamiento de hasta dónde somo capaces de llegar para lograr nuestros objetivos aunque estos sean buenos, nos hace sentirnos identificados con el protagonista en su lucha por descubrir la verdad, por muy dolorosa que esta sea.
6/10: Entretenida, con buenas interpretaciones y dirección, pero te dará la sensación de que esperabas más de la película.
