Basada en una novela periodística de Matt Baglio que, a su vez, se basa en hechos reales que sucedieron en 2007 cuando el Vaticano solicitó que en cada una de sus diócesis hubiera un experto en exorcismos debido al incremento de posesiones que se había registrado para, tiempo después, recular en su decisión.
Michael Kovak (Colin O'Donoghue) es un estudiante de sacerdocio bastante escéptico que intenta buscar una explicación más terrenal y lógica a los sucesos inexplicables y que, ante una crisis de fe, se le plantea la posibilidad de viajar a Roma y asistir a clases de exorcismo. Allí conocerá al poco ortodoxo exorcista Lucas Trevant (Anthony Hopkins) que le hará replantearse todo lo que cree, o mejor dicho, no cree.
Decir que la originalidad en las películas de exorcismos se acabó hace mucho tiempo, salvo en un par de ocasiones, está película no nos trae nada nuevo en general, pero sí que tiene detalles originales que hacen que, sorprendentemente, sonrías en algunos momentos. La película mantiene a raya el terror, tomándose en serio el suspense que quiere crear sin caer en el susto fácil. Destacar la interpretación de Anthony Hopkins, aunque eso no es nada nuevo.
7/10: Suspense y ligeros toques de terror que gustará a la gente más asustadiza y a los apasionados de las pelis de exorcismos.
Por: Karlos
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